Edad Contemporánea

Se producirán en esta etapa dos fenómenos novedosos que dejarán su impronta en el patrimonio del concejo. Uno es la emigración, siendo Llanera una tierra de emigrantes que tendrán como principal destino Cuba, donde surgirán asociaciones como El Club Llanera o el Círculo Llanera, integrado por vecinos procedentes de este municipio y sus descendientes y que mantendrán un contacto activo con su tierra natal, impulsando algunas obras tan destacadas como la Plaza de Abastos de Posada (inaugurada en 1926), actual Escuela Municipal de Música y Espacio Escénico Plaza de La Habana. Esta labor de mecenazgo también la llevarán a cabo a nivel individual emigrantes como Casildo López, impulsor de la construcción de las escuelas de Robledo (Lugo, 1930), actualmente albergue municipal. Los indianos que pudieron hacer fortuna y regresaron dejarían su impronta con la construcción de viviendas con una arquitectura característica de la que se conservan algunos.


El otro fenómeno que definirá esta etapa será la industrialización, que en su primera etapa vino marcada por la presencia de Cerámicas Guisasola (popularmente conocida como La Estufa) y la Fábrica de explosivos de Coruño (ambas en la parroquia de Cayés y fundadas en la 2ª mitad del s. XIX); vinculados a estas empresas se fue desarrollando un interesante patrimonio industrial del que ya ha desaparecido gran parte. Las instalaciones principales de Cerámicas Guisasola son actualmente una clínica veterinaria y de la fábrica de explosivos, que contaba con un barrio residencial para los trabajadores (el poblado Tartiere) apenas quedan huellas pues el terreno que ocupaba ha sido reaprovechado en buena parte para la construcción de polígonos industriales a partir de los años 70).  Como únicos restos reseñable del complejo de la fábrica de explosivos se mantiene algún chalet y sobre todo la iglesia de santa Bárbara de Coruño, actualmente desacralizada y reconvertida durante unos años en pista skate decorada por el artista urbano Okuda. Vinculado a la industrialización habría que mencionar el desarrollo del ferrocarril, con el ejemplo de la estación de Villabona y el edificio adyacente de viviendas y oficinas hoy en desuso.


En los últimos años se han llevado a cabo intervenciones artísticas que han ido dotando diferentes puntos del municipio de muestras de arte urbano, como son los graffitis en la Estación de Villabona o la pintura mural en el porche de la Casa de Cultura de Lugo.


Para completar esta breve descripción del patrimonio llanerense habría que hacer referencia también a la arquitectura popular tradicional, como son fuentes, lavaderos, hórreos, paneras, molinos, etc. de los que a lo largo del concejo hay múltiples muestras; existen por ejemplo casas de estilo mariñana, casas con corredor, hórreos con decoración estilo Carreño (ss. XVII. XVIII) y entre los molinos habría que destacar el Molín de Cayés, recientemente restaurado en convenio con la empresa Fluor y pendiente de dotación de contenido. Tampoco hay que olvidar patrimonio artesanal, como la cerámica negra de Villayo (Santa Cruz), patrimonio natural como Los Covarones del río Tuernes (San Cucao) o el paso del Camino de Santiago por tierras del concejo.